GIRA MÉXICO MAYO 2005

Los datos de la gira

• Viernes, 13 de mayo, Uruapan (Michoacán), Bar El Colibrí
• Sábado, 14 de mayo, Uruapan (Michoacán), Plaza Principal
• Jueves, 19 de mayo, Aguascalientes, Polifonía Universitaria, UAA
• Viernes, 20 de mayo, Morelia (Michoacán), Anthropofitos
• Sábado, 21 de mayo, Morelia (Michoacán), El León de Mecenas
• Viernes, 27 de mayo, México D.F., El Rincón Polaco
Mexico

Jueves 12 de mayo 2005,

año de los caballeros, cuarto día de nuestro viaje.
El Holandés sabe guiar un avión. Rara vez hemos volado tan serenos sobre el océano como el lunes pasado. Además de eso, la comida fue exquisita (pescado blanco sobre crema de mostaza a las hierbas finas, res 'Stroganoff', barra de ensaladas y fruta de la temporada ). La única parte triste de esto: Cerveza 'Heineken'.

Después comenzó la fase de aclimatación en el altiplano mexicano central. La capital, a finales del quincuagésimo año todavía un lugar de renovación, hoy oficialmente habitada por 23 millones de personas, nos llamó con su adormilado ángulo y guardada bienvenida a su ser arquitectónico de joyas coloniales. Un interminable sumbido del tráfico público y privado nos pesó en la víspera del sueño. Si Ralf no hubiera sido recién embrollado en accidentes de auto y tenido que ser operado, usaríamos el día principalmente para ir de compras, pues nuestras fans tienen el derecho de vernos ocasionalmente con nueva ropa para escena.

Hoy viajamos en nuestro auto rentado (una Suburban Chevrolet del '82) a Morelia Michoacán para acercarnos a Uruapan, nuestro primer lugar debutante. Por un pequeño disturbio del orden de nuestra parte, el cual el mexicano normal no es capaz comúnmente de reconocer, vino nuestro primer contacto con la policía local. Nuestro policía, sin embargo, fue formado en Suiza y por ello no estaba él preparado para tomar la actitud de tolerancia adecuada. Sólo la intervención de nuestros amigos ricos del lugar nos preservó de ser aprisionados y de esperar muchos años por un proceso legal justo.

Pronto tenemos nuestro primer concierto. Estamos muy emocionados...




Lunes 16 de mayo,

todavía estamos bajo la impresión de nuestro gran éxito en la Plaza Principal de Uruapan.
A las 11 en punto de la mañana estuvimos ahí para la prueba de sonido en la pintoresca, rodeada de árboles y ruidosa por el tráfico plaza de la ciudad, donde a continuación el programa de la Feria del Libro debía empezar. Recitaciones, danza popular y homenajes meritorios al maestro (en ese momento era en México el Día del Maestro) y semejantes atracciones estaban planeadas.

Ya para la prueba de sonido se juntaba una voluminosa cantidad de gente, que se alegraba al escuchar nuestros sonidos. Los dos técnicos estaban altamente motivados, pero difícilmente se les pudo convencer de dejar su lugar frente a la consola, para también probar lo que se podía oir desde las bocinas, es decir, desde donde estaba el público.

Después de cierto tiempo, la prueba general fue tanto delante del escenario como sobre él, bastante tolerable, así que después de una tocar una más para el público de la mañana nos retiramos a afinar el programa para la noche, ensayar, comer, comprar botas y descansar.

Al regresar a las 7, con manecilla, de modo que sólo con un poco de retraso habríamos podido empezar, nuestro montaje y sintonizaciones del medio día, a causa de los programas transcurridos, habían cambiado totalmente, además el técnico de audio de la mañana había sido remplazado por un tercero.

Después de que el ballet folclórico 'Tzuntzin' había presentado su última danza de Chihuahua, que salió no obstante fluida, debíamos a penas acabar la segunda prueba de sonido y comenzar el concierto frente a la llena concurrencia.

¡Qué noche!: público atento, de edades variadas, contento, apegado a nuestras voces, escuchó exactamente, recibió cada una de sus canciones conocidas con aplausos a mitad ellas, cantando; fue una noche donde simplemente se vino y se festejo con nosotros al compás de las palmas. Nosotros dimos todo, cantamos con todo fervor, aplastamos y soplamos, de manera que el momento tuvo su clase, su noche culminante; a nadie le molestaron los oídos aturdidos por el volúmen de nuestra presentación, ninguno de los estridentes sonidos de los instrumentos fue censurado. La venta del CD fue impresionante.

El resto de la noche la pasamos en un bar situado cerca, con tequila reposado, cerveza y eufónica música romántica. Mañana viajaremos al Pacífico a surfear.




Viernes 20 de mayo,

el Pacífico hace honor a su nombre. Pocas veces hemos vivenciado un mar tan quieto, untuoso y con tan fatigado murmullo. El Pacífico es el chapoteadero entre el océano. ¡Qué decepción! Nosotros esperabamos poder ponernos en contacto con los elementos, queríamos demostrar con nuestras tablas de surfear quién es el hombre de la casa, y finalmente esto. En Max-Eyth-See habríamos tenido más acción. La pocas heridas que hemos contraído ni siquiera son digas de mencionar.

Lo bueno es que antes de nuestro viaje tuvimos todavía el chance de vivenciar algo elevado y bonito. Estuvimos en una pelea de gallos. Gallos orgullosos, valientes y sedientos de pelea; los orgullosos dueños de los animales con sus encantadoras y ardientes esposas, público erudito, apostadores, bellas meseras estaban en el viejo palenque con sus bancos de madera de pino y sus paredes de adobe alumbradas por antorchas bajo el cielo estrellado de México, en un domingo en que este antiguo ritual es celebrado.

¡Uy, cómo salpica la sangre cuando sueltan a los gallos! Con sus picos se tajan vivaces entre sí, graciosamente vuelan sus plumas, mirar solamente cómo se alborotan y forcejean, a veces uno encima, a veces es el otro. Naturalmente sería todo un poco aburrido, si no hubiese habido ningún gallo con las garras prendidas a una de sus patas, los tendones fracturados, las cortadas en las arterias de la garaganta y en breve atender a que al final unos de estos animales se queda tirado en la arena del escenario. Nosotros hemos derramado lágrimas de emoción, pero también hemos ganado algo, sobretodo en la tercera pelea en la que "El vaquero" tuvo la victoria contra "El tonto". Brevemente deberíamos mencionar todavía que la función de ayer en la universidad de Aguascalientes fue un éxito de locura. También ahí hemos llorado.

Con esto debemos cerrar. Ahí afuera nos espera la aventura.




Querido diario,

desde hace tiempo no hemos dado noticias sobre nosotros. Estabamos mucho muy ocupados con tomar tequila y cerveza, comer carne a termino medio y ocasionalmente realizar algún concierto, como para haber tenido tiempo de buscar un Café-Internet. Ahora aquí van las nuevas.

Después de nuestro éxito en Aguascalientes salimos temprano al día siguiente (después de la compra obligatoria de unas botas) a Morelia, donde debíamos tocar por la noche. Bajo las más elementales condiciones técnicas logramos ahí aprovechar la optimización tonal de las voces y los instrumentos. Frente a la élite de Morelia y al público internacional lo dimos todo.

Al rededor de 25 entusiastas personas exigían muchas otras canciones hasta que nos dejaron en un estado de cansancio total. Parecido escenario en el León de Mecenas: más gente, pero más difícil el sonido, un techado y antiguo patio, sin embargo con un estéticamente cuestionable arte en las paredes, pero aquí hubo también el "otra"- llamada sin fin.

Después vino entonces el tiempo más alto para una seguida fase de reposo, el tiempo más alto para visitar una charreada y el mundialmente conocido rodeo. Con el primer canto del gallo nos levantamos, a las 12 en punto para poder tomar un asiento en las gradas. Estabamos emocionados por el arte de la reata, por los caballos nobles y los valiosos charros, por las encantadoras campesinas y los valientes vaqueros. Lamentablemente se canceló el evento, en lugar de ello sólo pudimos ver vaqueros transexuales.

Ahora estamos ya en Querétaro, una de las ciudades llena de historia de esta orgullosa nación, para visitar museos y exposiciones, y para sentir el soplo de la historia.

Ha sido mucho por hoy, estamos cansados.




Jueves 26 de mayo

El mundo no sólo sabe de nuestras artísticas botas, de nuestro talento y nuestro acogedor exterior, el mundo nos conoce como pensadores analíticos, fríos realistas y escépticos. Esta parte de nuestra personalidad fue ayer profundamente sacudida

Después de haber pasado anteayer un bonito día en el turístico, sobresaliente y urbanizado Tequisquiapan, pensamos hacer una excursión en algún pueblo mágico, para pasearnos un poco y comprar regalitos para los queridos en casa. El camino nos guió hasta Bernal. Ahí mismo se encuentra no sólo un pueblo mágico, sino también un extraño monte, el supuestamente tercer monolito más grande del mundo después de los monos de Gibraltar y la montaña de Pan de Azúcar en Río. Ésta se eleva 415 m sobre el pueblo y nos impuso una rara fascinación. La montaña nos llama ceremoniosamente. Sentimos apenas el calor del medio día, al agarrar camino empinado. Sin parar marchamos, escalamos, nos trepamos de manos hacia arriba. Después de unas dos terceras partes de la subida (nosotros escogimos la ruta del norte, parecía ser más peligrosa, era sobretodo más rápida) sucedió: repentinamente se puso helado y oscuro, las agujas de nuestras brújulas se movieron como locas, los grillos dejaron de gorjear, los pájaros se callaron.

Frente a nuestros ojos aterrizó un OVNI. Esto debe haber ocurrido seguido aquí, se nos había contado. Les hubiéramos regalado a los nativos un poco de creencia. Ahora estabamos nosotros sometidos a la misericordia de una considerada forma de vida. Fuimos escaneados con un rayo láser, y entonces se abrió un tragaluz y sucedió lo inconcebible.

Cuando volvimos en sí, debimos haber corroborado que todos nuestros lejanos recuerdos habían sido extinguidos.

Las tardes las pasamos pues en "El Rinconcito" para tomar tequila y hacer algo de música. Además de eso, le dejamos nuestro CD al dueño, para que pueda ponerlo en su roccola. A fin de cuentas fue pues otro día interesante.




Lunes 30 de mayo

La tristeza nos vence. La despedida está viniendo. A este país, que otra vez nos dió una calurosa bienvenida, debemos pronto darle la espalda.

Y es todavía más triste, porque México recién al final nos ha deparado aventuras especialmente bonitas. Por ejemplo, aquí en nuestra última presentación en "El Rincón Polaco" en la capital.

Estuvimos puntuales después de una larga odisea en el taxi hacia el lugar. Lamentablemente, nadie de este restaurante de especialidades polacas sabía sobre los preparativos de grandes eventos musicales. Hicimos intentos telefónicos para contactar a nuestro representante alemán en México (la defectuosa red mexicana), de manera que finalmente nos fuimos con el taxi de regreso al hotel. Nuestro taxista se detuvo después de unos pocos kilómetros, porque nosotros no llevábamos su rumbo, por lo cual nos echó a la calle.
Sin embargo, encontramos rápido un nuevo taxi. Lamentablemente el conductor olvidó en el cargo del instrumento su llave en la cajuela. Después de algunos intentos de robo logramos pescar la llave del auto del área de equipaje. Otra vez establecidos en el hotel, llegó la noticia de que la presentación todavía tenía lugar, el jefe del restaurante dijo que se le fue la cita, que estaba pero inconsolable, que por causa de nuestras incomodidades se sentía endeudado con nosotros y que estaba dispuesto a tirar dinero sobre nosotros con gusto. De modo que no hubo nada en contra de otra hora en el embotellamiento del tráfico mexicano.

La presentación fue como de costumbre un gran éxito. Y luego la noche de la cocina polaca! Ganzo, quilla, embutidos, "Blini", "Borchtsch" hasta que ya no pudimos más. Cenamos como Woytila (quien comió en el mismo local).

Durante el camino a casa, con el auto de nuestros amigos mexicanos los dueños del negocio, fuimos todavía controlados por la policía. Vino con una larga discusión sobre el disturbio del orden, a razón de algún no acompañante papel. Finalmente no fue nada que no se pudiera aclarar con la muestra de una buena lana para el trago.

Ahora debemos cerrar, la emoción nos amenaza para la despedida.
Más recuerdos e impresiones del vuelo sobre el Océano vendrán pronto.